jueves, 17 de noviembre de 2011

GRACIAS







MIG SEGLE RIU AVALL


El que dies passa anys empeny diu la vella dita. També és veritat, que durant cada instant de la nostra vida arrosseguem tot el bagatge triat, ja sigui el conscient o l’inconscient e inculcat. Igual un moment especial, per fer un respir i una mica de balanç és el dia que celebrem anys, o mig segle com és aquest cas.
Qui any rera any s’ofega encongit per la recança de la pèrdua, o atemorit devant el futur incert i culpidor, neda a contracorrent dins l’aigua pura i neta del riu vital, el que ens porta a tots cap l’oceà de la plenitud, allà on la pau del raser ens plau, y ens empeny a dansar junts aquest ball que els sabis anomenen viure.
Per un costat, la família és el braçal que ens acarona i alliçona desde la mateixa font com gotes conscients, el bressol on ens pujen desde la naixença, guiats per encarar-nos cap el respectiu somni despert.
Per l’altre, els amics són aquelles branques, els troncs escollits, els preuats lligams per fabricar les nostres balses comuns, i que ens plau disfrutar, com tresors compartits.
Tot plegat, és el gaudi que ens ajuda a que la travessia que tots fem i ens du riu avall sigui menys feixuga; el que ens manté cofois i afalagats de compartir les complicitats, les mirades netes de cap interès fosc, del plaer de comptar amb el suport, l’estima i el respecte mutu.
Agraeixo de tot cor el privilegi de compartir la meva balsa amb tots vosaltres, desitjant a la vegada, ser un humil i agrait tronc en les vostres respectives naus, el temps que decideixi el destí i els nostres cors. Disfrutant i compartint plegats els trams de riu que calguin, cap aquell oceà del que tots en som part, baules imprescindibles i necesaries de una mateixa cadena, doncs l’oceà no estarà mai complet sense cadascun de nosaltres.
Ens agrada navegar al sim dels bots salvavides, i domesticats com estem en la por, a vegades ens oblidem, que avans que res som gotes d’aigua, lliures, concients, i plenes de nosaltres mateixos. Tan lliures, que fins i tot, decidint ser núvol en lloc d’aigua de riu, arrivarem plegats al mateix mar.
Gracies familia, per l’estimació i el suport malgrat tots els pesars que us he fet viure. Aixó si, us dic, prometo donar la tabarra uns quants anys més.
Gracies amics, companys, als que ja no hi son amb nosaltres, als que el destí a dut per altres dreceres, i a tots vosaltres que heu decidit avui gaudir d’aquesta trovada.
A tots plegats us vull dir una cosa que suvint ens costa dir, que moltes vegades m’ha costat dir: us estimo.

Una abraçada.

Llibert


MEDIO SIGLO RíO ABAJO

El que días pasa años empuja dice el viejo dicho. También es verdad, que durante cada instante de nuestra vida arrastramos todo el bagaje elegido, ya sea el consciente o el inconsciente e inculcado. Lo mismo un momento especial, para hacer un respiro y un poco de balance es el día que celebramos años, o medio siglo como es este caso.
Quién año tras año se ahoga encogido por la pesadumbre de la pérdida, o atemorizado ante el futuro incierto y culpidor, nada contracorriente en el agua pura y limpia del río vital, el que nos lleva a todos hacia el océano de la plenitud, allí donde la paz del remanso nos place, y nos empuja a danzar juntos este baile que los sabios llaman vivir.
Por un lado, la familia es el brazo que nos acaricia y alecciona desde la misma fuente como gotas conscientes, la cuna donde nos suben desde el nacimiento, guiados para encararnos hacia el respectivo sueño despierto.
Por otro, los amigos son aquellas ramas, los troncos elegidos, los valiosos lazos para fabricar nuestras balsas comunes, y que nos place disfrutar, como tesoros compartidos.
Todo ello, es el goce que nos ayuda a que la travesía que todos hacemos y nos lleva río abajo sea menos pesada; lo que nos mantiene ufanos y halagados de compartir las complicidades, las miradas limpias de ningún interés oscuro, del placer de contar con el apoyo, la estima y el respeto mutuo.
Agradezco de todo corazón el privilegio de compartir mi balsa con todos vosotros, deseando a la vez, ser un humilde y agradecido tronco en vuestras respectivas naves, el tiempo que decida el destino y nuestros corazones. Disfrutando y compartiendo juntos los tramos de río que haga falta, hacia aquel océano de lo que todos somos parte, eslabones imprescindibles y necesarios de una misma cadena, pues el océano nunca estará completo sin cada uno de nosotros.
Nos gusta navegar encima de los botes salvavidas, y domesticados como estamos en el miedo, a veces nos olvidamos, que antes que nada somos gotas de agua, libres, concientes, y llenas de nosotros mismos. Tan libres, que incluso, decidiendo ser nube en vez de agua de río, llegaremos juntos al mismo mar.
Gracias familia, por el cariño y el apoyo pese a todos los pesares que os he hecho vivir. Eso si os digo, prometo dar la tabarra varios años más.
Gracies amigos, compañeros, a los que ya no son con nosotros, a los que el destino a llevado por otros atajos, y a todos vosotros que habéis decidido hoy gozar de este encuentro.
A todos deseo deciros algo que a menudo nos cuesta decir, que muchas veces me ha costado decir: os quiero.

Un abrazo.

Llibert

martes, 23 de agosto de 2011

Hipocresía






Hipocresía

Viven de hacer escarnio del encuentro interno,
mofas de lúcidos y buscadores de alquimias,
en un vano intento de menospreciar el sentir,
buscando con el complejo ajeno su influencia
e imponer así sus medias verdades condicionadas.

Buenas intenciones escondidas en corazón de lobo,
que los delata ansiosos de rebaños bien cercados
y asegurando de forma perenne su propio sustento,
mientras, nos alimentan con todo miedo y apremio,
con amenazas de infiernos donde sólo caben cielos
y negación de limbos donde ellos plantean avernos.

Caridad y amor al prójimo pregona a todo viento,
quién a su vez se aferra con todas sus fuerzas
al trono dorado cobijado por la gran cúpula,
púlpito de secretos encubiertos por sus ancestros.
Herencia de intereses escondidos tras el blanco.
Cortes de ángeles esgrimen como aguerrido ejército
mientras atesoran bienes especulados en el banco.

Ya ha llegado la hora de su fin y lo sufren en su sangre
no queda rastro de su ignominia en el llano que renace,
los ojos de su líder los delatan vacuos y sin remisión,
como calaveras depositadas en sus catacumbas,
vacías de esencia denunciando con su porte
la hipocresía del que vende luz apagando velas ajenas.


(Dedicado, no a la gente que cree y siente de verdad sus creencias, lo cual merece todo el respeto y aceptación, sino mas bien a los dirigentes de las confesiones religiosas que anteponen el interés material para mantener el poder, tanto el personal como el del colectivo que representan, ante la manifestación limpia, coherente de su esencia y sabiduría ancestral).